SIEMPRE HEMOS OÍDO HABLAR DE “CULTURA DE LA VIOLACIÓN”, PERO RARAMENTE DE LA “CULTURA PEDÓFILA”14/9/2017 “Soy un pedófilo, pero no soy un monstruo”- Por Alicen Grey 28 de septiembre de 2015 Enlace original: http://www.feministcurrent.com/2015/09/28/youve-heard-of-rape-culture-but-have-you-heard-of-pedophile-culture/ Traducción: Tilo Pez Colaboración: Esther Torrado Estimado Todd Nickerson: Usted ha escrito un artículo hace unos días, que fue publicado por “Salon" con un título muy provocador: "Soy pedófilo, pero no soy un monstruo". Presumo, que a partir de ese momento muchas personas se estarán preguntando ¿es la pedofilia algo natural? o ¿ se puede curar la pedofilia?. Pero en esta ocasión no quiero responder a estas preguntas específicas. Más bien, prefiero ampliar algunos puntos fundamentales que omite en su artículo. Podríamos iniciar especificando: - Que la gran mayoría de los pedófilos son hombres. - Que la gran mayoría de las víctimas elegidas por los pedófilos para el abuso sexual son niñas. Estos son elementos mucho más importantes que podrían interesar al público ¿no cree? Por desgracia, la pedofilia es tan difusa y popular como el patriarcado, aunque éste generalmente no se menciona en debates sobre el tema, ya que se trata de evitar la evidente asociación entre pedofilia y patriarcado. Dicho esto, en líneas generales se cree que la pedofilia es tabú y que es despreciada por las masas. Pero haciendo una honesta evaluación general de nuestra cultura, vemos que es exactamente lo contrario. Entonces propongo que la pedofilia sea finalmente reconocida, estudiada, para que de ahora en adelante se tenga una mejor comprensión de la sexualidad, incluyendo los estudios sobre los deseos sexuales de los pedófilos y el conocimiento de lo que podemos llamar “Cultura Pedófila”. Y es que la cultura pedófila, exige a las mujeres ser delgadas como pre-púberes e incluso a un nivel -andrógino por la ausencia de curvas y grasa corporal. Debido a esta presión, encontramos un incremento constante en adolescentes y mujeres adultas, de desórdenes de la alimentación. A ellas en manera particular, se dirige la campaña multimillonaria de la industria para la pérdida de peso, que las perseguirá por toda la vida. En la cultura pedófila, la categoría principal es la “Pornhub, Teen y "Barely legal" niñas vestidas de colegialas, que juegan diversos roles, desde las "manipulaciones virginales" a las fantasías de incesto entre padre-hija o profesor-estudiante. Para esto, es imprescindible que la pornografía sea vista y seguida por millones de hombres, millones de veces. Lo que conlleva a preguntarse, si el límite para que estos espectadores consuman pornografía infantil es el límite la edad legal para dar el supuesto consentimiento. Esta fuerte influencia de la industria del porno en la cultura pedófila, se extiende a todo lo que comprende el cuerpo femenino. Hemos notado que está ganando mucha popularidad la práctica de la labiaplastia, una cirugía que afina los labios menores de las mujeres transformándolos en sutiles tirillas, tal y como demanda la industria pornográfica. Lo mismo ocurre con otros procedimientos, como la himenplastia, que restaura la virginidad de las mujeres. En la cultura pedófila, las mujeres se ven obligadas a depilarse o afeitarse regularmente sus partes íntimas. En este aspecto, notamos en esta cultura, una participación muy activa de la industria cosmética, siempre dirigida a las mujeres, donde se vende y se aconseja la compra de productos que permitan mantener siempre una piel "suave" y lisa, como la de una niña. En la cultura pedófila, la mujeres adultas son tratadas, aunque aparentemente de forma casual como "niñas". Existe una palabra específica para denominar a las adolescentes consideradas atractivas "jailbait". Las mujeres son de esta manera sexualizadas como pollitas, gatitas o niñitas. En la cultura pedófila, sucede que los hombres espectadores, observan con lujuria, hasta que ven el vello de las mujeres en las piernas o en el pubis, momento en el que se les trasforma el rostro en una caricatura de disgusto casi teatral. También, he oído a un grupo de jóvenes de edad universitaria, decir que no practicarían sexo oral con una mujer si sus labios son demasiado prominentes. Un hombre que mantuvo relaciones sexuales conmigo durante tres años, de repente se disgustó, cuando le revelé que no había depilado mi vello púbico. En otras palabras, muchos hombres dejan de sentir atracción sexual por mí, cuando les recuerdo que soy una mujer, y no una niña. Seguramente todos estos hombres, que sienten "atracción" por mujeres con estas cualidades infantiles descritas, no son pedófilos según la estricta definición de la palabra, pero parece que un gran número de ellos, son el resultado de un fuerte condicionamiento cultural, compartiendo las características para sentirse atraídos por una mujer y que en un pedófilo sólo las encuentra en una niña. En definitiva, pequeños labios, vaginas estrechas, hímenes intactos, piel suave como la de un bebé, extremidades y vulvas sin pelo, juventud eterna, cuerpos frágiles…En realidad resulta sorprendente que nadie reconozca que esas descripciones y demandas están referidas básicamente a bebes y niñas pequeñas, tal y como afirma un usuario tumblr reddressalert. Pero volvamos al punto donde comenzamos. Necesito que usted y sus fieles lectores comprendan la gravedad e importancia de esta realidad social, y es que la pedofilia socialmente no es tabú, ni algo vergonzoso o repulsivo, como usted está sosteniendo, ¡ojalá lo fuera!, sin embargo y a pesar de que la pedofilia va en contra de todas las mujeres, pues esos deseos que describe se reproducen infinitamente a nivel mundial, para satisfacer una demanda cada vez mayor, es cada vez mayor. Este mundo de supremacía masculina le da la bienvenida con los brazos abiertos, y cada uno de sus deseos será órdenes, para los intereses involucrados en este sector. Me atrevo a decir que usted tiene seguramente más posibilidades de expresar con autenticidad su propia esencia, sus propios deseos, mientras que las niñas y las mujeres seguramente NO. Usted nos está diciendo "Soy un pedófilo, pero no soy un monstruo", y en esto estoy de acuerdo con usted. No es un monstruo, es un hombre. Un hombre bastante común. En realidad usted es una representación microcósmica de las perversiones más frecuentes del patriarcado. Usted no es especial, no es anómalo, y lamentablemente no es el único. Su "orientación sexual" es sólo una manifestación más del deseo colectivo masculino, que en una especie de cruzada colectiva, está diciendo, subrayando y demostrando a las mujeres la supremacía masculina en todas sus formas posibles, cueste lo que cueste. Usted nos pide ser "comprensivos y solidarios" con su pedofilia, lo que significa que debemos actuar con complicidad silenciosa mientras los hombres sexualizan a las mujeres mediante rasgos infantiles y las adoctrinan para mantener la eterna juventud y así no agravar la inseguridad masculina. Lo que usted prácticamente nos pide es nuestra complicidad necesaria, en forma de apoyo y comprensión a la vez que nos dice que "no hay una manera o ética para cambiar completamente nuestros deseos sexuales". En ese sentido, le respondemos que tampoco hay ética en su solicitud de cooperación a aquellos que trabajamos activamente para desmantelar el sistema patriarcal del cual su "orientación" sexual es la máxima representación. Visita nuestro canal de Youtube con interesantes videos traducidos y subtitulados en español: https://www.youtube.com/channel/UCuDKy2DjYr3Egw6iX1h1tcQ/videos
1 Comentario
LEO BENJAMIN
24/12/2022 05:22:18 am
hola mi nombre es benjamin
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