¿Por qué este hombre feminista radical quiere abolir definitivamente la pornografía y la masculinidad?

Artículo original: https://scroll.in/magazine/862834/why-this-male-radical-feminist-would-like-to-see-an-end-to-pornography-and-masculinity
Publicado el 16 enero de 2018

Traducción:  Tilo Pez
Colaboración:  Iván Martín

Foto: Nerissa Escanlar


Hablamos con el escritor y académico Robert Jensen, durante su visita a la India, sobre sus ideas acerca del feminismo, la política y la industria del sexo.

En un momento en el que el movimiento feminista ha ganado fuerza, pese a que la palabra “feminismo” en sí misma ha sido malinterpretada e incluso difamada en cierta manera, ¿qué significa para un hombre definirse como feminista radical?

Para el escritor y académico Robert Jensen, significa pertenecer a una larga tradición de mujeres y hombres que simplemente quieren llegar a la raíz del problema de la injusticia de género; además, esta es una definición basada en el significado en latín de la palabra “radical”, que viene de “raíz”.

Durante los últimos 30 años, Jensen, catedrático de Periodismo en la Universidad de Texas, ha sido reconocido por su activismo político de izquierdas, por su lucha contra el dominio machista y por manifestarse abiertamente en contra de la industria del sexo, tanto de la pornografía como de la prostitución. Su firme posición en contra de la pornografía no es bien acogida por parte de muchas otras "feministas" que se centran en defender la importancia de la libre elección en el ámbito de la pornografía consensuada pero, para Jensen, esta es simplemente una extensión lógica de la crítica que la perspectiva feminista radical hace de las distintas formas en que las industrias basadas en la explotación sexual normalizan la violencia contra la mujer.

“A menudo, la palabra ‘radical’ se ve como sinónimo de fanático o extremista”, comentaba Jensen, cuyo último libro, The End of Patriarchy: Radical Feminism for Men [El fin del patriarcado: feminismo radical para hombres], ha sido publicado en 2017. “Pero por feminista radical me refiero a entender que la subordinación de las mujeres a los hombres es un producto del patriarcado y que el objetivo final del feminismo debe ser poner fin al sistema de género que establece el patriarcado, y no simplemente adaptarse al neoliberalismo”.

Jensen, que está de visita en India, ha hablado de política, feminismo y periodismo en Bombay, Pune y Bangalore.


Sobre la pornografía

Uno de los libros fundamentales de Jensen es Getting Off: Pornography and the End of Masculinity [Clímax: pornografía y fin de la masculinidad], donde realiza una apasionada reflexión personal sobre la idea de que el mundo necesita eliminar del todo la pornografía. Su posición deriva de la escuela feminista que considera que el porno es sexista, racista, perjudicial para las mujeres que trabajan en la industria y, sobre todo, porque es donde la violencia de género se sexualiza de manera peligrosa.

"He aprendido de estas feministas que la pornografía es un punto clave, porque es donde están sexualizadas las dinámicas de dominación/subordinación en el patriarcado”, explicaba Jensen en una entrevista por correo electrónico con Scroll.in. Reflexionando sobre el propio uso del porno en su juventud, Jensen descubrió que también desempeña un papel importante en la socialización de los chicos en el machismo patriarcal. “Esto tiene claras consecuencias destructivas para las mujeres, pero a los hombres les interesa mirar para otro lado”.

Esta crítica a la industria del sexo es aún más convincente y relevante hoy día, porque los contenidos del porno, según Jensen, se han vuelto cada vez más crueles y violentos. “En los 30 años que llevo estudiando pornografía, me encontré con esta paradoja: en las culturas que se consideran las más civilizadas, como Estados Unidos, la pornografía es ampliamente aceptada y más sexista y racista que nunca. La accesibilidad, la asequibilidad y el anonimato de Internet han contribuido a esta expansión e intensificación, junto con la necesidad de la industria pornográfica de producir material cada vez más extremo, con el fin de que los consumidores, en su mayoría hombres, sigan consumiendo a base de clics y dinero”.


Poner fin a la masculinidad

Muchas "feministas" no comparten esta opinión sobre el porno y la industria del sexo, y Jensen está convencido de que es porque esta crítica lleva a una inevitable nueva reevaluación no solo de la pornografía sino también de la sexualización general de la dominación masculina; dominación que el autor desea ver desaparecer. “La gente tiene miedo de este análisis verdaderamente radical así que, justo cuando más necesitamos esa crítica feminista, la gente la evita”, comentaba.

En sus libros y ensayos, Jensen también afirma la necesidad de eliminar completamente la masculinidad, en vez de redefinirla simplemente en términos menos tóxicos. “Si reconocemos que la masculinidad se asocia típicamente a la obsesión por el control y la conquista, los hombres a menudo tratan de salvar el concepto ofreciendo características de una masculinidad sana o positiva, como la fuerza, el cuidado o el coraje”, afirmaba. “Pero es obvio que esas no son cualidades que poseen solo los hombres o a las que solo ellos deberían aspirar. Esforzarse por ser un “buen hombre” y crear una masculinidad positiva, entonces, no se convierte en nada más que en esforzarse por ser una persona decente, independientemente del sexo”.


El mundo después de Weinstein

Jensen puede estar en desacuerdo con otras posiciones ideológicas feministas en muchos aspectos pero, como la mayoría de ellas, se ha llenado de esperanza después del escándalo de Harvey Weinstein, donde decenas de mujeres denunciaron públicamente que el poderoso productor de Hollywood había abusado sexualmente de ellas. El escándalo provocó una oleada de denuncias de acoso sexual contra hombres influyentes en distintas industrias en todo el mundo, y muchos de ellos han perdido sus empleos durante este proceso.

“Nunca en mi vida había visto este espacio para que las mujeres dijeran la verdad”, afirmaba Jensen. “Como muchas personas, tengo esperanza de que este momento de responsabilidad no se desvanezca”. Cree que el mundo podría estar en un punto de inflexión en el que el comportamiento abusivo de muchos hombres no será tolerado como lo ha sido durante años.

Para mantener el impulso de este movimiento, Jensen cree que es necesario el análisis feminista radical, pero no confía demasiado en la voluntad de las personas de seguir por este camino. “Probablemente, habrá algunos cambios en las políticas institucionales y en algunas leyes, pero ¿querrán las personas desafiar las formas habituales en que los hombres tratan a las mujeres como cuerpos objetivados para el placer sexual masculino? Una de las pruebas a superar será comprobar si todo esto conduce a una crítica más profunda a las industrias de explotación sexual”.

Mientras tanto, Jensen afirma que es importante que todos los hombres se pongan a prueba a sí mismos y reevalúen su propio comportamiento partiendo de una perspectiva feminista. “Esta autorreflexión crítica no siempre es fácil o agradable, pero puedo testimoniar que ha hecho que mi vida sea más rica y completa.”