Por Gabriella Apicella, Guionista, Cofundadora del Festival UnderWire, Miembra de la Directiva de Euroscript, y Productora de Honest Lies Traductora: Olga Baselga Texto original “Why Buying Sex Is an Act of Violence” publicado en: www.huffingtonpost.co.uk/gabriella-apicella/prostitution-violence_b_4077800.htmlhttp://www.huffingtonpost.co.uk/gabriella-apicella/prostitution-violence_b_4077800.html 15/10/2013 13:06 | Actualizado 23 Enero 2014 En el Reino Unido sigue siendo legal comprar sexo con cualquier persona mayor de 18 años que no haya sido objeto de tráfico para tal propósito. He pasado poco más de 18 meses dando talleres de escritura en la ONG Eaves for Women, que apoya a las mujeres que dejan la prostitución, y creo, como muchas activistas, que es necesario cambiar la ley. Todas las mujeres con las que he trabajado me han dicho que la única razón por la que vendían sexo era el dinero. Para ellas, era una cuestión de mera supervivencia. Un tercio de las mujeres entran en la prostitución antes de los 18 años, el 50% entran coaccionadas y el 73% han sufrido alguna forma de violencia infantil antes de entrar en la prostitución, según los informes de Eaves "Capital Exploits" (2013) y "Breaking Down the Barriers" (2012). La mitad de las mujeres que se dedican a la prostitución también tienen antecedentes penales por delitos relacionados con la misma. Mientras durante décadas gastaban millones en televisión y cine, vendiéndonos el mito del empoderamiento sexual, el glamour y la liberación con películas como Desayuno con diamantes, Pretty Woman o Diario Secreto de una Call Girl, nos ocultaban la verdad. Las personas más golpeadas, violadas y asesinadas en la sociedad han sido silenciadas. Las prostitutas tienen 18 veces más probabilidades de ser asesinadas que la población en general, como revelaba el estudio "Hard Knock Life" (New Philanthropy Capital, 2007). Un estudio a gran escala realizado en 1998 en cinco países puso de manifiesto que el 92% de las prostitutas querían salir de ella cuanto antes. Nada sorprendente, ya que tienen que "divertir" a hombres que las ven como "tomarse una cerveza", o con las que "pueden hacer cosas que las mujeres reales no aguantarían", según reconocieron los entrevistados para el informe "Hombres que compran sexo" (Eaves, abril 2012). Sin embargo, los servicios de apoyo a las mujeres que dejan la prostitución escasean, y el centro que tenía Eaves, ahí donde empecé los talleres de escritura, ya no existe. Si bien hay otr@s voluntari@s como yo que siguen dando algunas sesiones, los talleres prácticos de asesoramiento y las terapias, cruciales para ayudar a las mujeres a cambiar de vida, no se pueden hacer sin la financiación retirada en los últimos meses. Resulta especialmente elocuente que, mientras un par de mujeres, usuarias de los servicios de Eaves los dos últimos años, son ahora estudiantes universitarias a tiempo completo, otras que les contactaron apenas unas semanas antes de los recortes han vuelto a la calle. Ahí vemos el impacto directo de los recortes. Las mujeres que han estado en la prostitución sufren los peores prejuicios y estereotipos peyorativos que jamás he encontrado. Peor aún que las muestras más despreciables de homofobia, racismo y sexismo, son reiteradamente despreciadas, avergonzadas y vilipendiadas por la sociedad. Estas actitudes agravan las dificultades que de por sí presenta la prostitución. Dada la evidencia de que la mayoría habrá sufrido abusos en su infancia, no tienen títulos académicos, padecen uno o más problemas de salud mental, han entrado en la prostitución mediante coacción o trata antes de los 21 años, y les han pegado, las han amenazado y violado los proxenetas y apostadores, tal y como denuncia el estudio "Breaking Down the Barriers" (Eaves, 2012), lo último que estas personas necesitan es que les pongan más trabas para un futuro seguro. Sin embargo, se ha demostrado que hay medidas preventivas cruciales que pueden marcar la diferencia. En Merseyside, en 2006, los atentados contra las personas en la prostitución se recalificaron como delitos de odio, atendiendo a las atroces agresiones que soportan. Esta medida ha acarreado condenas 10 veces superiores al promedio nacional pala la violación. Sigue siendo un misterio por qué este plan, que tanto éxito ha demostrado, no se ha extendido al resto del Reino Unido. Es significativo que, en Suecia, en 1999 (y después en Noruega, en 2008, y en Islandia, en 2009), las leyes establecieran que la compra de sexo fuera ilegal, y no la venta. Al mismo tiempo, los gobiernos invirtieron en programas para apoyar a las personas que dejaban la prostitución, dotándolas de un amplio acceso a los servicios sociales. Esto no sólo ha reducido la prostitución callejera a la mitad, sino que los niveles de violación y violencia doméstica en todo el país han bajado drásticamente. Aparentemente, ¡el respeto hacia las mujeres es contagioso! Recientemente he escrito y producido una película, Honest Lies, adaptación de un relato escrito en diciembre pasado por una mujer de talento excepcional, Anita James, que asiste a los talleres de escritura en Eaves. Financiada al 100% con las contribuciones recogidas en Kickstarter, y con la ayuda de algunos extraordinarios profesionales del sector, esta película de 11 minutos se proyectó por primera vez en la sede de Amnistía Internacional el lunes 14 de octubre ante una audiencia de casi 200 personas. Imagen de Sandy Greenway La diputada Fiona Mactaggart, que viene luchando incansablemente por la reforma de las leyes sobre prostitución, intervino enérgicamente en una mesa redonda sobre la necesidad de que el Reino Unido adopte el Modelo Nórdico. La fundadora feminista británica Kat Banyard mencionó unas estadísticas que demuestran que la industria del sexo está impulsada por una demanda que se puede atajar. Por otro lado, Cheryl Stafford, defensora de ‘Salir de la Prostitución’ en Eaves habló con gran ternura sobre la necesidad de tratar a las mujeres con cuidado y sin juzgarlas, escuchando sus voces y dándoles apoyo práctico. Y especialmente convincentes fueron las palabras de Ruth Jacobs, escritora y activista que presenta el programa de investigación BBC1 Inside Out sobre el Modelo Merseyside, emitido el 21 de octubre (2013). Como superviviente de la prostitución y el abuso infantil, habló con gran pasión y verdad acerca de la necesidad de abordar la pobreza, ya que sigue siendo la energía subyacente que impulsa la prostitución. Si queremos reducir las tasas de prostitución y proteger a las mujeres, hay que cambiar las leyes que afectan al sector. Los propios "apostadores" (puteros) confesaron durante las entrevistas para la investigación realizada por Eaves que las medidas disuasorias más eficaces para ellos serían incluirlos en el registro de delincuentes sexuales, identificarlos públicamente o imponerles penas de cárcel. Imagen de Sandy Greenway
Espero sinceramente que se escuchen las voces y relatos de quienes han estado en la prostitución y que el Reino Unido pueda empezar a tomar medidas eficaces para reconocer, como sus homólogos nórdicos, que los seres humanos no son mercancías. Gabriella Apicella es escritora y formadora independiente. Honest Lies es su primera película como productora. Sigue a Gabriella Apicella en Twitter: www.twitter.com/Storytails Visita nuestro canal de Youtube con interesantes videos traducidos y subtitulados en español: https://www.youtube.com/channel/UCuDKy2DjYr3Egw6iX1h1tcQ/videos
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