Ira y frustración

Ira y frustración

Por Rebecca Mott  // Exploración de una supervivente
Publicado el 18 de mayo 2015 por rmott62

Fuente:  http://rebeccamott.net/2015/05/18/anger-and-frustration/
Traducción: Concha Hurtado



Escribo este blog desde hace varios años, y he dicho las mismas cosas una y otra y otra y otra maldita vez.

Me han dicho que he inspirado a muchos, especialmente feministas.

He sido elogiada por mi estilo de escritura, incluso llamada la nueva Andrea Dworkin - aunque cualquier mujer prostituida que levanta su cabeza fuera del cerco y dice la verdad al poder, es nombrada como Andrea Dworkin.

Pero, la alabanza y el honor no significan nada si hay poca o ninguna acción práctica para ayudar a las prostituidas atrapadas aún dentro de la “industria del sexo”.

Escribo sobre un genocidio, escribo sobre la tortura en masa de la clase prostituida, escribo sobre las desapariciones y muertes de muchas de la prostituidas.

No estoy escribiendo para un debate intelectual, no escribo para jugar al juego de las estadísticas, y no estoy escribiendo una historia.

Escribo como testigo - una testigo no puede cambiar el pasado de dolor y pena, solamente dejar constancia esperando ser escuchada lo suficiente como para producir un cambio real en el presente y el futuro.

Escribo con hielo en mi corazón, desde la distancia de vista del águila.

Escribo para entregar una prueba forense de lo que fue, es y será estar dentro de la clase prostituida.

Escribo con un corazón guerrero - el corazón que nunca tiene miedo de entrar en un profundo dolor, el corazón que conoce y soporta las verdades de ser torturada y de ser hecha sub-humana, el corazón que llora porque exista incluso un solo hombre prostituido, niña o mujer, aunque déjadme haceros saber que son millones.

Yo no escribo una historia - ese insulto del lobby del comercio sexual que arroja a las supervivientes cuando testifican sobre la corrupción y la crueldad que el comercio sexual es.

Ni puedo ni quiero escribir sobre "hechos" o en una manera lineal –eso causaría un gran perjuicio  a la realidad del trauma complejo y la memoria desarticulada con la que casi toda la gente superviviente tenemos que vivir.

Escribo sobre los vacíos y silencios que son la realidad de toda la clase prostituida.

Escribo para encontrar un lenguaje o para usar las viejas palabras con las que crear nuevas formas de visibilizar lo que significa ser hecha sub-humana, lo que es ser violada más allá de lo que es capaz de expresar el lenguaje de la violación, lo que es conocer todas las torturas conocidas por el hombre que están en el interior de todas las prostituidas.

El idioma de la clase prostituida es crudo, es altamente complejo pero muy simple. Es un idioma que grita de dolor y de una pena que no conoce fin.

Es el idioma que conecta con todos los genocidios, un lenguaje que escucha y comprende estar atrapada sin esperanza, un lenguaje donde todos aquellos quienes han oprimido a las prostituidas utilizan para destruir la realidad y convertir la prostitución en un chiste.

Lenguaje utilizado por aquellos que oprimen a las prostituidas, para decir que es sólo trabajo, que es sólo un juego, que sólo es ocio para adultos - todas esas palabras para silenciar a la prostituidas.

Ahí tenemos la principal verdad.

La clase prostituida no sólo tiene la palabra robada por ellos, sino que la estrangulan si dicen siquiera un atisbo de la verdad de como la industria sexual amordaza sus voces.

La clase prostituida nunca fue concebida para decir la verdad al poder, ellas están concebidas para estar muertas, están concebidas para ser arrojadas al comercio sexual, están concebidas para hablar sólo el idioma de su opresor.

No es de extrañar, que cuando la prostituida puede escapar y encontrar algún camino hacia la libertad,  estén llenas de rabia y frustración.

Ahora podemos decir palabras que pertenecen sólo a las prostituidas, palabras que no han sido permitidas durante toda la historia de la humanidad, palabras que formamos sin pedir permiso o sin esperar a que nos digan como hablar.

Ser capaces de hablar de la opresión, es iniciar el camino del fin de la esclavitud sexual y genocidio que es el verdadero rostro de la industria del sexo.

Esta es la razón por la que las superviventes necesitamos reconocer a nuestras aliadas, que son las que están creando maneras prácticas de abolir el comercio sexual - y no sólo elogiando nuestra valentía, y nuestro decir la verdad.

Os necesitamos para que os enfrentéis al lenguaje del lobby de la “industria del sexo”, te necesitamos para hablar contra la normalización del comercio sexual.

Tenemos que enfrentarnos contra el mito de que la prostitución puede hacerse segura de algún modo, os necesitamos para impedir que la prostitución se oculte puertas adentro del escrutinio público.

Necesitamos que no penséis que son sólo algunas razones las que hacen que las más vulnerables sean empujadas a la prostitución - no ha sido inventada por la austeridad, ni simplemente afecta a las mujeres pobres.

Contad cómo la prostitución recluta principalmente a las mujeres y niñas de todas las clases, de todos los países, de todas las culturas y todas las edades.

Simplemente contad que las mujeres prostituidas no blancas son las más torturadas, las más propensas a desaparecer o ser asesinadas.

Simplemente contad que la industria sexual quieren niñas y mujeres jóvenes como pilar de su comercio sangriento - contad que la edad promedio de muerte en la prostituición entre todas las culturas es de 27 años .

Decid que no es normal en el trabajo – saber que en cualquier momento y en cualquier lugar eres mental / física / sexualmente torturada. No es normal en el trabajo -  ser violada por cientos si no miles de hombres.

Y es que no es normal en el trabajo –que siendo la tasa de asesinatos o muertes violentas tan alta, se redefina sólo como un riesgo laboral.

Decid en voz alta y clara, que es imposible comprar consentimiento, especialmente cuando el putero no tiene nombre, está protegido de la mirada pública.

Podéis hacer más.

Podéis luchar en vuestros países por el Modelo Nórdico.

Podéis escribir a vuestros gobiernos, podéis ir a reuniones y reclamar por los derechos humanos de todas las prostituidas.

Podéis enfrentaros a Amnistía Internacional, cuando se niegan a ver la prostitución como una cuestion de derechos humanos, y se dejan llevar por los intereses del lobby proxeneta.

Podéis enfrentaros a cualquier chiste sobre putas o prostitución, podéis confrontar a los hombres de vuestra vida para vean lo que es el comercio sexual, y evitar que piensen que con la prostitución no hay problema.

Podéis cuestionar a los amigos si van a Tailandia, Amsterdam, Alemania o Las Vegas – o a los muchos otros centros de turismo sexual.

Podéis enfrentaros a la glamourizacion de la prostitución, especialmente por parte de los hombres de izquierda y feministas liberales.

Estas son algunas cosas que podéis hacer - hay muchas más, que se pueden hacer.

Pero no hacer nada es ayudar al genocidio de la clase prostituida.