Julie Bindel revela que la campaña con el hashtag #NotYourRescueProject, supuestamente liderada por “trabajadoras sexuales”, fue en realidad creada por Dr. John Davies haciéndose pasar por las mujeres a las que traficó y prostituyó. Molli Desi John Davis Texto original: http://www.feministcurrent.com/2017/11/02/notyourrescueproject-white-middle-class-academic-masqueraded-women-trafficked-pimped/ Traducción: Camila De María Hasta hace poco, Molli Desi era una de las muchas mujeres y niñas traficadas desde el subcontinente indio hacia la “industria sexual” del Reino Unido, y vendidas como prostitutas en departamentos en Kingston y Surbiton. Algunos de sus nombres incluyen “Beauty”, “Kama of Kingston”, “Rani Desi”, y por supuesto “Molli Desi”- Estas mujeres y niñas fueron presentadas a los compradores de sexo bajo el nombre de “prostitutas sagradas”: servir a los hombres no era sólo “trabajo sexual”, era su misión espiritual y habían sido arduamente entrenadas. Sin embargo, los hombres que las compraron, se quejaron en los sitios web de compradores de sexo de que ellas no hablaban inglés y no tenían ningún entusiasmo. Estos hombres no reportaron la trata de estas mujeres y niñas a la policía. Molli Desi Desi ganó mucho dinero para su proxeneta/traficante. Pero también fue una bendición para su ideología. Esto se debe a que su proxeneta/traficante era una figura ideológica importantísima para la “industria sexual”, el Dr. John Davies. Él se encuentra ahora cumpliendo una pena de 12 años por una estafa de caridad por 5 millones de libras. Más recientemente, perdió una apelación ante tres jueces por la admisión de otras ofensas que le añadieron 3 años a su condena. Preocupantemente, estos crímenes incluyen la posesión de múltiples armas, incluyendo armas paralizantes disfrazadas de celulares y latas de gas CS (un tipo de gas lacrimógeno). Con lo que me urge escribir esto: ¿Por qué estaba Davies armado con todo esto, y dónde están las mujeres que traficó y prostituyó? He descubierto que el creador de la campaña del hasthtag #NotYourRescueProject es el Dr. John Davies, haciéndose pasar por Desi. Esta campaña tan dañina es la clave que permite que los liberales, la izquierda y otras personas que deberían estar más educadas, sigan insultando a las feministas abolicionistas de la prostitución, como lo soy yo, tildándonos de victorianas, anti-sexo, racistas, colonialistas, guiadas por los prejuicios de clase, obsesionadas con controlar la sexualidad de las “trabajadoras sexuales”. Es también una plataforma útil para atacar y negar las experiencias de las sobrevivientes, quienes dan testimonios muy diferentes de la violencia masculina en la prostitución. Además, se ha vuelto un conjunto legítimo de investigación académica que combate las políticas sociales que podrían proveer a las mujeres y niñas prostituidas una vía para salir de ese mundo y hacer responsables a los hombres que se enriquecen de su abuso. “Creo que es muy importante que las voces de las trabajadoras sexuales del mundo emergente sean escuchadas sin moderación de personas con intereses particulares,” escribió la supuesta Desi. “Creo en darle derechos a las trabajadoras sexuales, especialmente el derecho de organizar su propia resistencia, que es lo que más hace falta”. La supuesta Desi argumentó además que aunque hay algo de abuso en la prostitución, esto se debe a que “el trabajo sexual es marginalizado”. En otras palabras, la violencia contra la mujer es ocasionada, supuestamente, por las abolicionistas como yo. Quienes hacen campaña por la descriminalización total de la industria sexual aman el hashtag #NotYourRescueProject. Lo dijo en su blog la activista pro-prostitución y ex-proxeneta Maggie McNeill: “Para la tarde, un artículo al respecto había salido [en el diario Georgia Straight], y al día siguiente, los prohibicionistas estaban intentando regular los daños desesperadamente agregando sus propios mitos, denuncias y acusaciones (que las trabajadoras sexuales éramos en verdad proxenetas o clientes, o que no éramos representativos).” En la página pro-industria sexual Slutocracy, un autor proclama que “este problema del ‘rescate’ es global”. La Dra. Laura Agustin, autora de Sex At The Margins: Migration, Labour Markets, and the Rescue Industry acuñó el término “industria del rescate” para describir a las feministas que se oponen a la industria sexual. Agustin sugiere incrédula que nos beneficiamos de nuestras políticas, al escribir “Hay mucho dinero por ganar de los cuerpos de las trabajadoras sexuales.” El mismo artículo condena a las feministas críticas de la industria sexual: “Me rompe el corazón saber que uno de los mayores problemas a los que se enfrentan las trabajadoras sexuales son las feministas blancas de clase media… Tomando en cuenta los aspectos del feminismo que las ponen en peligro (como que el European Women’s Lobby quiera implementar el dañino modelo nórdico en toda europa, lo que muchas feministas apoyan junto con la criminalización), no nos sorprende que algunas trabajadoras sexuales y sus aliados no quieran identificarse como feministas.” ¿Acaso el lobby pro-prostitución realmente cree que el personaje de Molli Desi es genuino, y que realmente es la fundadora de #NotMyRescueProject? Extraído de Bustle: “A inicios de enero, una coalición suelta de trabajadoras sexuales y aliados se unió virtualmente para elegir un hashtag que visibilizara este problema. Finalmente optaron por #NotMyRescueProject. Las dos figuras prominentes detrás de este hashtag son N’Jaila Rhee y Molli Desi, ambas trabajadoras sexuales. Consultaron con la defensora de los derechos de las trabajadoras sexuales Melissa Gira Grant, y con la activista Suey Park, famosa por el hashtag #NotYourAsianSidekick. En pocos días, el hashtag estalló.” Es extraño que una chica traficada desde el subcontinente indio, quien sabemos es pobre, sin educación y analfabeta, tendría tiempo o ganas de mantener un perfil tan prominente en redes sociales. Publica en su blog y tuitea como una “activista por los derechos de las trabajadoras sexuales” muy locuaz, conectada a figuras clave en el mundo pro-prostitución, como Maggie McNeill, mencionada anteriormente, quien invitó a Desi a escribir para su blog una serie de artículos muy detallados al respecto. Es aún más extraño que Desi tuitee y ponga en su blog fotografías desde la casa en la que Davies vivía, o que compartiera sus intereses peculiares: vehículos estacionados ilegalmente en espacios para discapacitados, la antropología de las niñas y mujeres Devadasi, la política y geografía húngara alrededor de la ciudad de Szeged, y la teoría de la migración. Pero tengo pruebas irrefutables de que la defensora de los “derechos de las trabajadoras sexuales” Desi es en realidad Davies. La imagen de esta niña que traficó desde Bangladesh fue robada, y su experiencia fue colonizada por este estafador y por el movimiento pro-prostitución. John Davies Mi investigación de la vida y crímenes de Davies me llevó a Surbiton y Kinson en los suburbios de Londres Occidental, llenos de prostíbulos, y a las operaciones de proxenetismo locales de Davies, además de su participación durante décadas en el tráfico de personas. También tengo registros comerciales y he seguido el rastro las direcciones IP de varias páginas que utilizaban las mujeres y niñas que él prostituía, y me ha llevado todo de vuelta a él y sus alias, incluyendo “John Shelton”. Pero uno de los aspectos más sorprendentes de esta historia es cómo Davies no sólo se escondió detrás de la respetabilidad de la corriente académica que niega el tráfico de personas con el notorio Centro de Estudios de Migración de la Universidad de Sussex, sino que además explotó doblemente a las mujeres que prostituyó, al apropiarse de sus identidades y crear “trabajadoras sexuales empoderadas” falsas con sus nombres. En “su” blog, Desi escribe: “Criminalizar a los clientes creará enormes problemas para las trabajadoras sexuales al convertir nuestros cuerpos en un área de investigación forense. La policía tendrá derecho a investigar mi cuerpo e invadir mi vagina buscando evidencia, confiscarán condones usados y revisarán mi teléfono para ver quién me llamó.” #NotMyRescueProject no sólo creó una tormenta mediática dentro del activismo pro-prostitución, sino que además ha sido tragado entero por la academia, regresando totalmente a la institución que permitió que su creador, Davies, se haga pasar por una “trabajadora sexual empoderada” de Bangladesh. Se hizo referencia a la campaña en el conocido libro Missionary Positions, A Postcolonial Feminist Perspective on Sex Work and Faith-Based Outreach from Australia (septiembre 2017), que declara que el abolicionismo feminista nace del cristianismo blanco y puritano. El nacimiento de la campaña se hizo para atacar a toda la oposición al proxenetismo y la compra de sexo. Fue la idea brillante de un proxeneta, traficante y comprador de sexo. Desde que Davies fue encarcelado en el 2015, el twitter de Desi ha estado en silencio. ¿Dónde está ella ahora? ¿Y dónde están las otras mujeres de las que abusó? Julie Bindel es periodista, activista feminista contra la violencia masculina, y autora de The Pimping of Prostitution: Abolishing the Sex Work Myth. Visita nuestro canal de Youtube con interesantes videos traducidos y subtitulados en español: https://www.youtube.com/channel/UCuDKy2DjYr3Egw6iX1h1tcQ/videos
1 Comentario
Cosme Fulanitx
21/1/2018 09:29:45 pm
Las abolicionistas son como los neonazis conspiranóicos del feminismo.
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